Programa de Voluntariado Misionero Intercontinental
¿Qué es el Programa de Voluntariado Misionero Intercontinental?
El PVMI perteneciente a la Red de Pastoral Universitaria Intercontinental, es un programa en sinodalidad, que busca organizar las acciones y programas de misión y voluntariado de las Universidades pertenecientes a ODUCAL, para poder facilitar la movilidad de los miembros de las comunidades universitarias y así, ellos puedan vivir experiencias misioneras y de servicios en contextos sociales diferentes al propio y de esta manera, desde el ejercicio de la caridad cristiana, el PMVI aporta al desarrollo y formación integral de los participantes, especialmente a los jóvenes, para que puedan insertarse en la sociedad con una actitud crítica, solidaria y de servicio, desde una ciudadanía activa tan necesaria en nuestros tiempos y en nuestros pueblos.
El Programa Voluntariado Misionero Intercontinental (PVMI) ofrece a los estudiantes de las Universidades de América Latina y el Caribe, pertenecientes a ODUCAL, la oportunidad de servir en contextos sociales diferentes a los propios, y de esta manera, tener una visión amplia de la realidad social del continente, y de esta manera, el programa, contribuye a la formación integral desde el ejercicio de la caridad cristiana.
El PVMI da respuesta a la misión de las Universidades Católicas que como obras eclesiales tienen el propósito de continuar con la obra evangelizadora de la Iglesia, y a ejemplo de Jesús proclamar el Evangelio. En el ámbito de la Iglesia se ha difundido ampliamente la práctica del voluntariado como una dimensión de la misión de la Iglesia mediante el ejercicio de la caridad cristiana, y se han multiplicado las organizaciones que lo promueven, para favorecer la cultura del encuentro, de la amistad social ante la cultura del descarte.
Reconocemos como un fenómeno importante de nuestro tiempo la aparición y difusión de diversas formas de voluntariado misionero que se ocupan de una pluralidad de servicios. La Iglesia apoya las redes y programas de voluntariado nacional e internacional –que en muchos países, en el ámbito de las organizaciones de la sociedad civil, han surgido para el bien de los más pobres de nuestro continente–, a la luz de los principios de dignidad, subsidiariedad y solidaridad, en conformidad con la Doctrina Social de la Iglesia.
¿Quién es voluntario?
El desarrollo, tan rico y vivaz en tantos jóvenes de nuestro tiempo, de numerosas y variadas formas de voluntariado dirigidas a las situaciones más olvidadas y pobres de nuestra sociedad, representa hoy un recurso educativo particularmente importante porque estimula y sostiene a los jóvenes hacia un estilo de vida más desinteresado, abierto y solidario con los necesitados.
Todo joven es un potencial misionero o voluntario, o sea una persona en crecimiento hacia una visión de la vida como don, como vocación, por tanto hacia la adquisición de una disposición interior de servicio; una persona en formación permanente hacia la plena madurez humana y cristiana/religiosa. (Christifideles Laici, 9)
Ser voluntario es una forma de ser, de estar en el mundo, de vivir, que se basa en estos principios fundamentales.
La misión
La misión de los jóvenes en América Latina es prepararse para ser los hombres y mujeres del futuro, responsables y activos en las estructuras sociales, culturales y eclesiales, para que, incorporados por el Espíritu de Cristo y por su ingenio en conseguir soluciones originales, contribuyan a lograr un desarrollo cada vez más humano y más cristiano, como voluntarios y misioneros desde esa cultura del encuentro y la amistad social.
El papa Francisco nos propone la Amistad Social, como un mecanismo de solidaridad y acercamiento hacia los demás, sobre todo a los pobres. Ustedes están llamados a captar estos signos de los tiempos y convertirse en un instrumento al servicio del protagonismo de los pobres. Solidaridad con los pobres es pensar y actuar en términos de comunidad, de prioridad de la vida de todos en vez de apropiación de bienes por parte de algunos. También es luchar contra las causas estructurales de la pobreza, la desigualdad, la falta de un trabajo y una casa, la negación de los derechos sociales y laborales. La solidaridad es una forma de hacer historia con los pobres, evitando presuntas obras altruistas que reducen el otro a la pasividad" (Francisco, Mensaje a los 2,00 voluntarios cristianos de la Federación de Organismos Internacionales de Voluntariado (FOCSIV), en ocasión de la Jornada Internacional del Voluntariado. 4-12-2014)
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